“El pacto”
La verdad es que no lo entiendo. Mis profesores, mis padres, las personas mayores… Todos me dicen que sea creativa, que piense, que estudie… Pero sin embargo nunca me quieren escuchar, nunca parece que les interese mi opinión. Y la verdad es que me gustaría expresar lo que siento. Me gustaría expresar las cosas que pienso. Bueno, voy a dejar de pensar esto y de contarte esto por qué seguramente a ti tampoco te apetezca oírme.
Voy todos los días al colegio, cómo todos supongo. Ir al colegio es divertido por la gente y por el ambiente pero hay algo que no me gusta. No sabría definirlo muy bien… He oído esa palabra muchas veces. Autoridad. Exacto. Mis profesores me tratan como si fueran mejores que yo y pudieran decidir lo que tengo que hacer. Mamá diría que eso es justo lo que pueden y, más importante, deben hacer. Decirle a sus alumnos exactamente lo que quieren que pongan en los exámenes o lo que tienen que decir, incluso lo que tienen que pensar… El otro día paso algo que me pareció un poco raro. La profesora dijo que no íbamos a dar el último tema. ¿Por qué? ¿Es que ellos deciden qué parte de conocimiento tengo que recibir yo? ¿Qué cosas tengo qué saber y qué cosas no ? Es injusto. Claro mucha gente de mi clase se puso contenta, se alegraban de tener que dar menos temario, y eso es cierto. Nos bombardean con información y creo que no lo hacen para que aprendamos las máximas cosas posibles y nos nutramos de información. Lo hacen por que tienen que llegar a final de curso con una cosas aprendidas y si el Ministerio de Educación se da cuenta de que un profesor no ha dado todo el temario… No le irá muy bien. Es injusto, aunque eso ya lo haya dicho. Y puede ser que la respuesta de muchos sea, esperar a qué pase, esperar a qué acabe el cole. Pero no quiero esperar quiero vivir ahora, quiero aprender, quiero … Perdón ya empiezo otra vez y sé que no te interesa.
Bueno voy a contarte cosas de mi familia y de mi casa. Mi hermana mayor está acabando una carrera de algo que tiene que ver con el dibujo creo. Lo siento por no saber mucho de mi hermana, pero es más mayor que yo y se supone que no tenemos mucho de lo que hablar. Eso me fastidia. Tengo una amiga, se llama Pilar, y tiene diez años más que yo y somos amigas. Hablamos de muchas cosas, que nos interesan a las dos por supuesto. Entonces, ¿a qué viene poner la edad como excusa a la poca comunicación entre mi hermana y yo? Si conoces a alguien cuya excusa para no mantener cualquier tipo de relación con otra persona es la edad, creo que se equivocan. La edad no debe ser ninguna barrera, ningún impedimento. Es un dato que no tendría que definir más que la experiencia vital del otro, y sí, eso es importante pero, ¿acaso la experiencia debe separar? Perdón, otra vez … es que no sé por que te cuento esto. Lo siento.
Voy a hablar de mis padres ahora. Ayer mi padre me dijo algo que no me gustó nada… En la tele hablaban de las nuevas elecciones y todo eso. La verdad es que a mi me interesa la política y creo que sé a quién votaría o al menos qué tipo de política apoyo. Papá dijo que no le caía bien Pedro Sánchez.
- Sánchez no nos ha servido para nada. Mira cómo está España. - gritó indignado.
- Bueno, papá.. - dije yo.
- Mira Cataluña… Es increíble. La izquierda nos está llevando a la ruina.
- Papá.
- ¿Qué?
- La izquierda no nos está llevando a la ruina, Pedro Sánchez no ha sabido gestionar el gobierno pero la izquierda tiene ideas que pueden ayudar mucho a este país.
Se rió. Y ya está, ni siquiera se dignó a contestarme. Mi madre ni siquiera me prestó atención. Mi padre es un buen padre, es muy generoso, nos quiere mucho, nos trata muy bien, creo que no se da cuenta de este tipo de actitudes. Pero me molestan muchísimo, me hacen sentir inútil, casi sin voz. Cuando sí que tengo voz, y una voz que merece hablar y no quedarse en silencio. Mi madre es más comprensiva, intenta atender a lo que le digo pero a veces no lo procesa. No sé si me explico, lo oye, no le parece mal del todo pero no cree que valga la pena, es que… No, no iba a empezar otra vez con las quejas. Mira, ya está. Voy a dejar de quejarme y te voy a proponer algo.
Ya es demasiado tarde para cambiar la mente de mi padre, y quizás también la mente de mis profesores. Parece incluso como que les da miedo prestarme atención. Les dan miedo mis nuevas ideas y mi intento de cambiar o quejarme de algunas cosas. Pero te propongo a ti un pacto. Yo prometo estudiar, reflexionar, informarme, aprender, saber pero escúchame por favor. Escúchame. Deja que diga lo que pienso, y no lo solo lo oigas, escúchalo. Yo también vivo aquí. Yo formo parte de la sociedad y si no se escucha mi punto de vista, solo se ve el mundo desde una única perspectiva, qué es la adulta. ¿Aceptas el pacto?
Si aceptas el pacto dejaremos de ser niños encerrados con alguien que no nos deja salir. Pero yo voy a salir, tanto como si aceptas como si no. Por que la libertad está en la mente. La libertad es pensar.