La pornografía es una presentación abierta y explícita del sexo que busca producir excitación. Si lo lees de esta manera, parece totalmente legítimo. Una película corta que ves generalmente si te vas a masturbar o si vas a practicar cualquier tipo de actividad sexual. Pero hay un problema, y es que desgraciadamente en el porno se trata a la mujer de una manera totalmente ilícita e injusta. Es posible que muchos, y digo muchos por que suelen ser hombres, estéis en desacuerdo conmigo. Pero creo que las evidencias son claras.
Para empezar, las protagonistas del porno son mujeres, algo que no estaría mal si no fueran mujeres violadas, mujeres folladas, mujeres alumnas sin bragas en una escuela, mujeres desvirgadas por sus jefes, mujeres saboreando cualquier cosa, mujeres a las cuáles les pagan para quitarse la ropa, y puedo seguir. No hace falta nada más que leer los títulos y las categorías en las que están divididos los vídeos, pero si no te quedas ahí y entras y visualizas el vídeo, ahí ya puedes darte cuenta de lo que estoy hablando. Quiero resaltar que nunca se ve las caras de los hombres, algo que deja claro a quien va dirigido este tipo de contenido, se ven a las mujeres con sus cuerpos sensuales. Las mujeres aparecen como alguien que está ahí para cubrir la necesidad sexual del hombre, independientemente de si ellas disfruten o no. El primordial disfrute es el de la figura masculina. No es un sexo sano, es un sexo bruto, sin ningún tipo de amor o sentimiento, es necio, es bestia y es a mi parecer desagradable. Es posible que si tienes una necesidad sexual momentánea acudas al porno pero no puede ser que después lo veas pensando que es algo agradable o distraído.
El porno es uno de los grandes culpables de que el sexo esté centralizado en la penetración, de que todos pensemos que no dejas de ser virgen a menos que te penetren porque el gran protagonista de un vídeo porno, es el pene del macho alfa. Es uno de los grandes culpables de que primero niños que lo consumen y luego adultos se crean con derecho a tratar a la mujer de la misma forma que es tratada en el vídeo. El porno está dejando de ser ficción, los hombres, sobretodo jóvenes, que lo consumen desde la indecente edad de ocho años, creen que el sexo se debe practicar así, y por ende acaban produciendo un daño en la mujer con la que están manteniendo ese sexo machista, dominante y no placentero para ella.
Creo que es momento de parar de consumir porno, o al menos filtrar el que se consume. No solo daña de manera casi irreversible tu salud sexual y tu conciencia sexual sino que te enseña una realidad que no es la correcta.
Si quieres seguir pensando que EL PORNO NO ES MACHISTA, adelante… Pero crecemos en una generación de mujeres libres y fuertes y no vamos a permitir que ningún hombre nos trate como a las mujeres de los vídeos porno.